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Un sitio de retiro para poder relajarte, sumergirte y evadirte del tedio del día a día.
BIENVENIDOS
Bienvenidos a mi refugio.
Espero que a todos os guste y os sintáis cómodos. Para mi primera entrada subo y os explico el programa Calibre.
Calibre sirve para pasar archivos en formato .doc o .pdf a formatos que lee los ebooks, y viceversa. Ésta versión es portátil por lo que no hay que instalarla, simplemente abrís el archivo .exe, añadís los libros que queréis y le dais a convertir.
Os dejo un vídeo tutorial, que quizá pueda aclarar las posibles dudas que aparezcan:
Y aquí os dejo el enlace para bajaros el programa:
P.D. ¡Se admiten sugerencias! Si queréis que encuentre y suba algún libro no dudéis en ponerlo en los comentarios.
lunes, 4 de mayo de 2015
One shot de One Piece: Ostras en un día tropical
Hola a todos! para mi primera entrada publicada en fanfictions, os traigo un one shot (historia autoconclusiva) sobre One Piece y mi pareja predilecta: Nami y Luffy.
Os dejo en el título el link a fanfiction.net que es donde originalmente lo publiqué.
Espero que os guste!
Disclaimer - One Piece y sus personajes pertenecen a Eiichiro Oda
Era un aburrido día de calor
en mitad del Nuevo Mundo, hacía poco que habían parado en un pequeño banco de
arena con rocas y corales a coger ostras pero la diversión del momento ya había
pasado y todos estaban a sus quehaceres habituales.
Nami y Robin tomaban el sol
con Sanji revoloteando alrededor ofreciéndoles deliciosas bebidas. Un Brook
escondido admiraba sus bikinis.
Chopper alternaba entre su
laboratorio y jugar con Usopp. Intentaban pescar algo pero se aburrían
rápidamente.
Zoro, como siempre, hacía
ejercicio en su torre de vigilancia
.
.
Frankie intentaba unirse a
los juegos de Chopper y Usopp pero siempre acababa exhibiéndose y los
espantaba.
Luffy presidía desde la
cabeza del Sunny riéndose de ellos y tirándoles mocos.
Pero pronto el calor
sofocante y el sol cayendo sin piedad hicieron que tuvieran que refugiarse en
alguna sombra y caer agotados por la humedad. A la hora de comer Sanji les
llamó para que fueran a la cocina.
- Minna!! ¡A comer,
bastardos!- gritó desde la ventana de la cocina.
- Meeeshiii!!- exclamó el
capitán sombrero de paja entrando corriendo por la puerta. Estaba agazapado en
una sombra cerca de allí.
Nami y Robin se levantaron
lentamente de las tumbonas donde languidecían y fueron paseando tranquilamente.
Brook las siguió medio babeando intentando que no se notara para que Nami no le
arreara un puñetazo. Zoro bajó de su torre lleno de sudor y apestando así que
en cuanto entró en la cocina Sanji lo sacó de una patada para que se duchara
primero.
- Kuso cook! ¿Qué cojones
haces?- dijo cabreado el espadachín.
- Baka marimo! ¡Tira a
ducharte o no comes en una semana! Hueles peor que el pescado podrido y las
señoritas no pueden comer con ese olor.- respondió Sanji desde la puerta
impidiéndole entrar.
Mosqueado, Zoro fue a darse
una ducha rápida y en cinco minutos ya estaba sentado en la mesa. Usopp y
Chopper entraron juntos abanicándose mutuamente a ver si podían tener menos
calor. Por último Frankie entró comentando que estaba intentando inventar algo
que pudiera rebajar el calor dentro del barco.
Estando ya todos sentados a
la mesa, Sanji sacó las bandejas de ostras que habían recogido. Todos se
emocionaron y no tardaron en echarles mano. Para los que nunca las habían
probado, el cocinero dio una clase rápida.
- A ver, imagino que alguno
de aquí no las habrá probado antes así que no sabéis cómo se comen las ostras.-
dijo Sanji. Rápidamente levantaron la mano Luffy, Chopper y Usopp.- Ya me
imaginaba algo así… Bueno, primero cogéis la ostra, ¡UNA SOLO, LUFFY!-regañó al
capitán dándole una patada-colleja- La abrís, le quitáis la concha de arriba y
a la carne de la ostra le echáis un chorrito de limón. Así.- el cocinero cogió
una y demostró lo que había dicho.- Luego os la coméis sin masticarla. Bon
appetit!
Dicho esto todos fueron a la
caza de una ostra y de medio limón. Sanji había preparado la mesa con fuentes
de limones cortados y copas llenas de champán. Pronto todos estaban algo
achispaíllos y disfrutando como nunca de una comida.
A pesar de estar disfrutando
la comida, hacía muchísimo calor y todos sudaban bastante. Esto captó la
atención de Luffy. Estaba sentado enfrente de Nami y observaba cómo ella alzaba
la cabeza para comer la ostra y gotitas de sudor le bajaban por el cuello,
pasando por el pecho y bajando más. Miró esto un rato bastante largo e iba
notando como él tenía cada vez más calor hasta que tuvo que irse de la cocina
porque sentía que explotaría. Se levantó de golpe y dijo:
- ¡Sanji! ¡Tu cocina es
demasiado calurosa! ¡Voy a morir derretido porque soy de goma! Shishishishishi-y dicho esto salió
corriendo de la cocina.
- Oi Luffy!- le llamó el
cocinero.- Baka gomu!
El capitán se fue a
refrescarse al aseo y luego se fue a la sombra a descansar a ver si le bajaba
ese calor tan abrasador que sentía. No entendía por qué los demás podían
aguantar tanto ahí dentro si era un maldito infierno.
Robin contempló en segundo
plano todo, cómo Luffy miraba a Nami y la reacción desorbitada al calor. Reía
para sus adentros y parecía que tramase algo. Después de comer cada uno se fue
a su pedazo de sombra a descansar. Cuando ya caía el sol, Nami decidió que era
momento de trabajar antes de que oscureciera del todo. Se dio una ducha para
refrescarse y fue a su estudio. Pero poco tardó en volver a sudar, ese maldito
día era demasiado húmedo. Salió un momento a pedirle a Sanji más de aquella
bebida refrescante de la comida y volvió con dos jarras llenas para tener
suficiente hasta que acabara el trabajo.
Luffy había observado las
idas y venidas de Nami pensando en lo que le había pasado horas antes. Cada vez
que la veía pasar, le volvían los calores y estaba totalmente desconcertado así
que decidió investigar aquel suceso cuando vio que ella no volvía a salir de su
estudio.
Nami estaba sentada en su
escritorio de espaldas a la puerta y ya se había bebido una jarra entera.
Estaba un poco contenta ya por el alcohol e iba muy bien con el trabajo. Cuando
oyó la puerta abrirse y cerrarse se volvió a echar a quien fuera que hubiera
entrado y se encontró a su capitán apoyado contra la puerta mirándola seriamente.
- ¿Luffy? ¿Pasa algo,
senchou?- le preguntó la navegante.
- ¡Namii, no molestes que
estoy pensando!- fue la absurda respuesta del capitán.
Nami ante esa respuesta y el
alcohol por sus venas no pudo aguantarse y empezó a reírse como una loca,
diciendo que era imposible que él pensase, y seguí riéndose. Luffy decía que
parase de reírse que era serio pero Nami no podía parar, era demasiado
surrealista. Así que el capitán estiró su brazo hasta ella, le rodeó la cintura
atrapando sus brazos y la tiró hacia él pegando su espalda contra su pecho.
Obviamente Nami dejó de reír en el acto.
- Oi Nami! ¡Te he dicho que
esto es serio!- le dijo Luffy frunciendo el entrecejo como demostrando que
estaba serio. A ella casi le dio otro ataque de risa pero pudo aguantarse.
Teniendo a Nami tan pegada
pudo oler que había estado bebiendo y vio las jarras en el escritorio así que
le preguntó:
- Oi Nami, ¿esa bebida quita
el calor?
- Emm…sí, supongo- respondió
desconcertada la navegante.
Luffy alargó el otro brazo y
tomó la jarra llena. Se la bebió en un santiamén pero no le quitó ni por asomo
el calor, sino más bien al contrario.
- Joo Namiii, me ha dado más
calooorr!- rezongó el capitán que también le había subido el alcohol.
- ¡Si no me tuvieras pegada
a ti tendrías menos calor, baka senchou!- razonó ella.
Luffy la miró y vio cómo las
gotas de sudor le bajaban por el pelo, pasaban cerca de la boca, iban por el
cuello, atravesaban su pecho y seguían más abajo. Esto hizo que el calor que sintiera fuera una nimiedad comparado con el que tenía ahora.
Nami veía cómo su capitán la
miraba y quiso separarse de la vergüenza, notaba algo que crecía cerca de sus
posaderas, pero Luffy tenía otros planes: desenredó su brazo de la cintura y la
pegó a la pared para verla mejor de frente. Él estaba empeñado en averiguar lo
que le pasaba así que le sujetó los brazos y la miró fijamente.
- Luffy! ¿Se puede saber qué
quieres?- preguntó una Nami avergonzada.
- Quiero saber por qué tengo
tanto calor cuando te miro- fue la sencilla respuesta del sombrero de paja que
dejó de piedra a su navegante. Ante esto, ella bajó la mirada para descubrir si
Luffy no era tan asexual como decían y descubrió un bulto bastante sospechoso,
ese que había sentido antes.
- Baka senchou! Y a mí que
me cuentas, qué culpa tengo yo, tira que tengo mucho trabajo.- lo echó con
cajas destempladas. Pero el capitán en vez de hacerle caso siguió mirando las
gotas de sudor cayendo. De repente empezó a acercarse a una gota que le caía
por la clavícula y la chupó.
- ¡LUUFFYY! ¿Qué cojones
haces?- exclamó Nami sorprendida y algo excitada por toda la escenita.
Luffy la ignoró y siguió
lamiendo las gotas que veía por el cuello y fue bajando hasta que empezó a
lamer por el pecho. Nami ya no podía hablar y se le escapaban pequeños gemidos.
El capitán observó que habían aparecido dos bultitos en el bikini y le preguntó
a la navegante.
- Tú eres tonto- le contestó
sinceramente ella. Y en respuesta a esto Luffy decidió averiguarlo por sí
mismo: le subió los brazos arriba de la cabeza para poder sujetárselos con una
mano y con la otra le subió el bikini. Así él volvió a ver los pechos de Nami
en todo su esplendor y descubrió qué eran aquellos bultitos que le señalaban.-
¿qué Luffy? Ya me los habías visto, ¿puedo trabajar ya?-intentó la navegante.
- No, todavía no sé qué me
pasa.- y tras decir esto empezó a lamer las gotitas del pecho y los pezones.
Nami decidió abandonarse, hacía tiempo que su capitán le atraía pero como lo creía
retrasado…
Entre gemido y gemido de la
pelirroja, Luffy iba teniendo más calor que se concentraba en sus kintamas. Fue
lamiendo todas las gotas que se encontraba, le parecían súper dulces y le
gustaban mucho. Cuando lamió una al lado de su boca decidió probarla también, a
ver si estaba tan buena como lo otro. Le pasó la mano por la nuca y la acercó a
su boca. Le dio pequeños mordiscos en los labios y luego introdujo su lengua
saboreando la dulce cavidad. Nami no podía creer lo que estaba pasando, su
capitán que era totalmente un crío sin deseo por mujeres estaba haciendo aquello,
no cabía en sí de gozo.
El capitán de los sombrero
de paja estaba totalmente centrado en la tarea de descubrir qué le pasaba pero
no averiguaba nada y sentía que su amigo explotaría así que se bajó como pudo
el pantalón con una mano y dijo:
- Oi Nami, ¿qué le pasa a
mis kintamas? Está estirado y duro además de que ahí tengo más calor, ¿por qué
no me hace caso?- preguntó todo inocente él.
- Luffy, estás excitado, y
se pone así cuando estás con ganas de marcha. En resumen, eres un hombre que
está sobando, lamiendo y besando a una mujer que está medio desnuda. Y supongo
que tu hermano Ace te explicaría algo de lo que se hace con tu amigo cuando se
está excitado, ¿no?- respondió con toda lógica Nami. Luffy la miró pensativo y
recordó lo que su hermano mayor le decía y qué tenía que dejarse llevar por el
instinto, así que le hizo caso. Se quitó el pantalón y quedó con el chaleco y
el sombrero, terminó de quitarle el bikini de arriba y quiso ver qué había abajo por lo que soltó
sus brazos y también le quitó el pantalón.
Al verla así, sus instintos
tomaron el control, la cogió, se la echó al hombro y fue a sentarla al
escritorio no sin antes tirar todo al suelo para consternación de Nami.
Al dejarla, ella le rodeó
por instinto su cadera atrapándolo entre sus piernas. Luffy siguió besándola y
tocándole el pecho a dos manos ya que las tenía libres. Con la cabeza de su
mini rey tocaba una zona húmeda y caliente entre los muslos de Nami que le
llamó la atención. Bajó una mano para investigar y se sorprendió con el gemido
que su navegante dejó escapar por lo que se dedicó más en profundidad a saber
qué era aquello. Ante esto ella tomó en una mano su miembro y Luffy se asombró
por el repentino placer que sintió.
Estuvieron así un rato,
disfrutando los dos, conociéndose cuando Nami decidió que ya era hora de lo
bueno. Apartó la mano de Luffy y empujó con las piernas para que entrara de
golpe. Los dos soltaron un gemido largo y ella siguió empujándolo para que se
moviera. A los segundos, él pilló cómo debía moverse y parecía un experto, se
notaba que sabía dejarse llevar. Embistió fuerte como a ella le gustaba y
seguían besándose como si no hubiera un mañana.
Cuando terminaron se
quedaron un rato abrazados y Luffy le dijo:
- Ya no tengo calor shishishi creo que ya sé cómo
solucionarlo para la próxima shishishi-
se reía el capitán.
- No te emociones baka
senchou, que no voy a estar aquí para cuando quieras. Que no quiero hacer esto
con cualquier persona que tenga calor.- le discutió algo mosqueada su
navegante.
- Oi Nami! Yo no digo que lo
hagas con cualquiera, digo que lo hagas conmigo shishishishi- contestó el señor ingenuo.
- ¿Ah sí? ¿Y cómo vas a
impedir que lo haga con quien quiera, cabeza de melón?- retó la pelirroja.
Luffy en respuesta le puso
el sombrero y declaró:
- Porque eres y serás mi
Reina de los Piratas.
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